jueves, 28 de agosto de 2008

Sup 11: Aplicaciones de la tabla fonética

Advertencia: Algunos de los detalles dados aquí requieren algo de reflexión, y por lo tanto este material no se presta para la lectura veloz, se requiere una lectura de estudio. Sin embargo, en algunas porciones de texto se puede hacer el cambio de velocidad de lectura, pasando de velocidad baja a velocidad alta y al revés. Este tipo de material es el que se presta para ir adquiriendo el hábito del cambio de velocidades.


Cómo usar la Tabla Fonética


1) La tabla fonética utiliza únicamente consonantes para representar números. Las vocales no tienen ningún valor numérico, como tampoco la Y ni la H.

2) Las letras W y X no tienen ningún valor numérico.

3) Las letras dobles con valor propio en castellano (LL=L, RR=R) no duplican la cifra.

Ejemplos:

OLA, OLLA = 1

PERO, PERRO = 94

PILA, PILLA = 91

4) En el caso de que la letra C aparezca en una palabra con el sonido de la letra K (como en las palabras CASA y CUERO), entonces tendrá el valor que le corresponde a la letra K (7).

Ejemplos:

SACO = 57

PECADO = 971

5) La letra Ñ tiene el mismo valor numérico (2) que la letra N.

Ejemplo:

NIÑA = 22

Cuando se han determinado las consonantes que se van a emplear, podemos formar con dichas consonantes (siguiendo el mismo orden en el que aparecen escritas) palabras diferentes haciendo libre uso de las vocales. Por ejemplo, MNT puede ser: MoNiTo, MaNoTa, MiNuTo, MaNaTí, etc.

Usted descubrirá muy pronto que, siguiendo esta tabla fonética, un mismo número puede ser representado por varias palabras diferentes, pero cada palabra tiene sólo un equivalente numérico, lo cual evita cualquier posibilidad de que haya equivocaciones o ambigüedades.

A manera de ejemplo, vamos a utilizar la tabla fonética para formar, partiendo de un número dado, una serie de palabras con las cuales a la vez podamos formar frases que sean fáciles de recordar. Al hacer esto, trataremos de que las frases que obtengamos aparezcan en forma parecida al verso (si se puede), rimando las palabras de alguna manera, lo cual facilitará memorizarlas y recordarlas; y que estas sean de lo más ridículo posible, haciendo uso de situaciones estrafalarias. Entre más absurda sea la situación que estamos visualizando a través de las palabras obtenidas, mucho mejor.

Apliquemos a continuación la tabla fonética para memorizar permanentemente un número conocido por los matemáticos como el "número e", así llamado en honor del gran matemático Leonardo Euler que lo descubrió por primera vez en 1739. Este número es la base de las tablas de los logaritmos naturales, las cuales estaban muy en boga para efectuar multiplicaciones, divisiones y extracción de raíces antes del advenimiento de las calculadoras electrónicas de bolsillo, siendo aún de gran importancia en trabajos de ciencias e ingeniería.

El número e, con una precisión de 22 cifras decimales, es el siguiente:

e = 2.7182818284590452353602

Usando la tabla fonética, podemos convertir cada cifra a las siguientes consonantes:

N QLFNFLFNFRSVCRSNMSMGCN

A continuación, buscamos una combinación de vocales con las cuales podamos convertir esta cadena de consonantes en alguna frase fácilmente digerible. Este paso generalmente requiere algo de imaginación y esfuerzo, pero bien vale la pena considerando que el resultado final es algo que guardaremos por el resto de nuestras vidas. Una combinación adecuada es la siguiente:

auNQue aL FiN Fue La FaNFaRRia,
Se ViCiaRía SiN MáS MaGia CHiNa.

Podemos memorizar mejor esta frase si cerramos los ojos y visualizamos una fiesta que por fin acaba de empezar tras una larga espera, la cual se convertirá en un fracaso al no haber estado presente un mago chino al que todos esperaban.

Con esto que acabamos de ver, hasta un estudiante de secundaria o inclusive de primaria puede dejar con la boca abierta a su profesor de matemáticas al escribirle en el pizarrón el número e con una precisión de 22 cifras decimales; el profesor puede creer que el estudiante está sacando el número de su cabeza con una precisión de memoria fotográfica, cuando en realidad lo que está haciendo el estudiante es recitar mentalmente cada palabra de la frase convirtiéndola en una serie de números.


Recordando fechas


A continuación, estudiaremos algunas fechas importantes, codificadas en versos fáciles de recordar con la ayuda de la tabla fonética.

146 A.C.
El cónsul Lucio Mumio destruye la Liga Aquea y consuma la conquista de Grecia.
"Lucio Mumio, cónsul de Roma,
DiRiGe la conquista de Grecia"

1492
El descubrimiento de América.
"A Colón, gran navegante,
no lo TuRBaN los peligros"

1519
Hernán Cortés desembarca en América para llevar a cabo la conquista de México.
"Hernán Cortés, a sus soldados,
para el combate LoS TuVo listos"

1776
Guerra de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
"¿De QCoJeaba Inglaterra,
cuando perdió a sus gringitos?"

1789
La Revolución Francesa.
"¿Sabes Lo Que FPrimero,
con la toma de la Bastilla?"

1846
Guerra de México contra los Estados Unidos.
"A México Lo FReGó la guerra,
que le hicieron sus vecinos"

1914
Estalla la Primera Guerra Mundial.
"La primera gran contienda, el mundo
La PeLeaRía por cuatro años"


Recordando el número Pi


La constante matemática universal π (Pi), aproximadamente igual a 3.1416, está encerrada con una precisión de 25 cifras significativas en el siguiente verso "chusco":


MaLa RaTa Se Ve eN JoSe,
Mi SoFa, ¿Ve Que Va MoNo,
Mi FieRa JuaNa GeRMaNia?

Obsérvese que las tres líneas del verso comienzan con la letra M, la cual representa el número tres de acuerdo con la tabla fonética.

Podemos visualizar éste verso chusco imaginando que estamos conversando con una mujer muy brava (o muy fea, por lo de fiera) llamada Juana Germania, comentándole que a un político de nombre José ya le salió a relucir lo pillín (mala rata se ve en José), y señalándole un sofa de nuestra propiedad que estamos mandando bien arregladito a una exposición de antigüedades.

Del verso, recitándolo mentalmente y convirtiendo cada consonante a su equivalente numérico, obtenemos para Pi un valor de:

π = 3.1415926535897933846264


El cuadrado mágico


La tabla fonética nos puede ayudar a memorizar fechas, números telefónicos, números de tarjetas de crédito, números del Seguro Social, etc, con el simple expediente de memorizar una pequeña frase pegajosa y chusca a partir de la cual podemos extraer el número de inmediato aunque sea un número de diez, quince o veinte cifras. También la podemos utilizar para realizar demostraciones "mentalistas" con las cuales podemos maravillar a los amigos o a los familiares o inclusive a una chica (o chico) a quien se desee impresionar. Un ejemplo de ello es el arreglo de números conocido como el "cuadrado mágico":




Este es un juego popular entre alumnos de primaria y secundaria. Consiste en escribir en un pizarrón el cuadro completo de números en el orden en que se muestran, y pedirle a alguien que borre uno o varios números. Sin importar cuáles sean los números que hayan sido borrados, el "mentalista" puede volver a escribir el número o los números que fueron borrados sin dificultad alguna, y lo puede hacer cuando:

1) Un número cualquiera haya sido borrado.

2) Dos números cualesquiera hayan sido borrados.

3) Tres números cualesquiera hayan sido borrados.

4) Un número cualquiera de cada columna sea borrado.

5) Un número cualquiera de cada renglón sea borrado.

6) Cualquier número en una diagonal sea borrado.

7) Todos los números en una columna cualquiera sean borrados.

8) Todos los números en un renglón cualquiera sean borrados.

9) Todos los números en cualquier diagonal sean borrados.

10) Todos los números en cualquier columna y diagonal sean borrados.

11) Todos los números en cualquier renglón y diagonal sean borrados.

12) Todos los números en ambas diagonales sean borrados.

Inclusive el cuadro puede ser reconstruído por el "mentalista" aunque todos los números de cualquier renglón, columna o diagonal hayan sido intercambiados omitiéndose un número.

Usualmente, la demostración de los "poderes mentales" empieza con el borrado de un número cualquiera (la primera opción de la lista anterior), ascendiendo el nivel de dificultad de acuerdo con las opciones restantes mostradas en la lista.

Lo que el resto de los participantes ignoran es que hay un "truco" aritmético muy sencillo que permite volver a escribir cualquier número o números que hayan sido borrados del cuadrado. El truco consiste en que la suma de los números a lo largo de cualquier renglón o de cualquier columna dá siempre 27. Por ejemplo, para el primer renglón:

2 + 3 + 4 + 8 + 6 + 4 = 27

Y para la segunda columna:

3 + 7 + 2 + 5 + 6 + 4 = 27

Para una diagonal tenemos:

2 + 7 + 4 + 4 + 7 + 3 = 27

Y para la otra diagonal tenemos:

2 + 6 + 8 + 1 + 6 + 4 = 27

De este modo, si nos borran el segundo número del primer renglón (el número 3), para volver a escribirlo todo lo que tenemos que hacer es sumar los números que quedan en el primer renglón (2, 4, 8, 6 y 4) obteniendo 24. Puesto que sabemos que la suma de todos los números del primer renglón debe ser 27, entonces el número faltante es simplemente 27 menos 24, o sea 3. Y si nos borran todos los números del primer renglón, sabiendo que los números de cada columna sumados dan 27 podemos ir restableciendo cada número en cada renglón, uno por uno, lo cual posiblemente deje impresionado a nuestro auditorio.

Pero con la ayuda de la tabla fonética podemos ir mucho más lejos que lo que puede hacer un "mentalista" amateur. Podemos pedirle a la persona que borre TODO EL CUADRADO del pizarrón, sin dejar un solo número en pie. Y una vez que no hay nada en el pizarrón, podemos reestablecer el cuadrado original sin que falte un solo número. Para lograr tal proeza, lo que hacemos primero es convertir cada renglón de números en algo que podamos memorizar sin dificultad, algo que sea de preferencia "chusco" y que nos llame nuestra atención, porque estas son precisamente las cosas que menos se nos olvidan. El primer renglón de números lo podemos codificar de la siguiente manera:

¿NúMeRo, FíGaRo? (2, 3, 4, 8, 6, 4)

Aquí podemos invocar a nuestra memoria visual imaginándonos a un peluquero o estilista (conocido como fígaro, como en la famosa ópera del "Barbero de Sevilla") al cual le preguntamos el número que nos toca para nuestro turno de ser atendidos por él.

El segundo renglón de números lo podemos codificar de la siguiente manera:

RiQui No Me GuSta

Aquí podemos imaginarnos a una muchacha que le está diciendo a una amiga suya que un pretendiente al que le dicen Riqui (quizá por ser rico) no le gusta porque está muy feo.

El tercer renglón de números lo podemos codificar de la siguiente manera:

Fue uNa RuTeRa Fea

Aquí podemos imaginarnos que le estamos platicando a un amigo que el camión al que nos subimos y del cual nos acabamos de bajar (la "rutera") era una rutera fea, vieja y destartalada.

El cuarto renglón de números lo podemos codificar de la siguiente manera:

¡háGaSe FRío, ToMmy!

Aquí podemos imaginar que le estamos hablando por celular a un conocido que está siendo víctima de un asalto bancario que está ocurriendo dentro de un banco al que acudió como cliente, y le estamos sugiriendo que se deje caer y se haga el muerto.

El quinto renglón de números lo podemos codificar de la siguiente manera:

SíGaNMe QueRidas

Podemos imaginarnos aquí a un Don Juan Casanova muy popular que le está diciendo a sus admiradoras que se pelean por él que lo sigan.

Por último, el sexto renglón de números lo podemos codificar de la siguiente manera:

uN aRCo Fue Mi Mensaje

Con esto tenemos todo lo que necesitamos para reconstruír en su totalidad cada uno de los renglones del cuadrado mágico. Pero esto no nos dice en qué orden va colocado cada renglón en el cuadrado. Este problema lo podemos solucionar fijándonos en el hecho de que los números puestos en la primera columna (2, 4, 8, 6, 5 y 2) son números diferentes, no hay dos números iguales. Entonces nos basta codificar de alguna manera los números de la primera columna. Esto lo podemos hacer con la siguiente frase:

uNa RiFa GaSuNa

Esta frase la podemos recordar imaginándonos que nos estamos sacando un premio de gasolina gratis de por vida en una rifa que se llevó a cabo en una gasolinera.

De este modo, para reconstruír el cuadrado mágico, escribimos primero los números de la primera columna a partir de la frase "uNa RiFa GaSuNa". Una vez que tenemos estos números puestos allí, podemos ir escribiendo los números de cada renglón sin dificultad alguna. Por ejemplo, con la frase "Fue uNa RuTeRa Fea" obtenemos una serie de números que debe ser puesta en el tercer renglón, porque es el único de los seis renglones que comienza con el número 8 que corresponde a la consonante "F".

Al codificar la primera secuencia de números para escribir los números de la primera columna, en realidad estamos fijando algo que podemos llamar un punto de anclaje (este es un término tomado de las anclas con las cuales los barcos se quedan asentados firmemente en un punto). Este punto de anclaje nos permite poner en orden correcto la información restante que podemos considerar también como otros puntos de anclaje, habido el hecho de que la información en los renglones está codificada en nuestras mentes de acuerdo con la tabla fonética.

El concepto de los puntos de anclaje es muy importante para aumentar nuestra capacidad para poder recordar las cosas. Cuando queremos recordar algo, podemos recurrir a nuestros sentidos (vista, tacto, oído, gusto, olfato) y a nuestra memoria asociativa para recordarlo mejor. Podemos establecer puntos de anclaje relacionando lo que queremos recordar bien con otras cosas. Entre más puntos de anclaje haya sobre lo que deseamos recordar, tanto más fácil nos será recordarlo, ya que si un punto de anclaje nos falla tenemos otros puntos de anclaje con los cuales podemos llegar a lo mismo.


Ejercicios


A continuación, aplique la tabla fonética para convertir a frases fáciles de memorizar los siguientes datos:

1) Su número de pasaporte

2) El número de su licencia de manejar

3) El número de las placas de su automóvil

4) Una fecha o fechas con las cuales haya tenido dificultades en la escuela para poder recordar.