El lector común con malos hábitos de lectura por regla general mantiene constante la velocidad de su lectura al pasar de un libro a otro, leyendo en promedio siempre la misma cantidad de palabras por minuto. Esto es de esperarse, sin consideramos que la fuerza de la costumbre desde que aprendimos a leer en voz alta en la escuela primaria desarrolló en nosotros el mal hábito de mantener nuestra lectura a una velocidad constante, independiente del grado de dificultad del material que estábamos leyendo. En otras palabras, si leemos en voz alta un libro de texto de Economía o una novela, lo haremos con la misma velocidad en ambos casos. En la siguiente gráfica se ilustra la velocidad de lectura (medida en palabras por minuto) de un lector que mantiene su ritmo de lectura siempre a la misma velocidad, una velocidad relativamente baja por cierto (en promedio un poco arriba de las 50 palabras por minuto) ya que es la única que le acomoda para cualquier cosa que caiga en sus manos:
Sin embargo, un momento de reflexión nos enseñará que ésta práctica carece de toda lógica. Cuando nosotros manejamos un carro, por ejemplo, no podemos manejarlo a la misma velocidad en una autopista que en un callejón pequeño sin pavimentar y lleno de obstáculos. Un buen chofer siempre ajustará la velocidad de su vehículo a las condiciones del terreno que esté recorriendo. ¿Por qué no habría de ocurrir lo mismo con la lectura? Si leer es comprender, no podemos ni debemos leer con la misma velocidad un libro de matemáticas que una novela de ficción. En vista de ésto, carece de sentido preguntarle a una persona cuántas palabras puede leer por minuto. Sería mucho más razonable preguntar cuántas palabras se pueden leer por minuto bajo una condición dada (por ejemplo, un libro de Biología a nivel de escuela Preparatoria).
Existen tres tipos de lectura, a saber:
1) La lectura ligera.El tipo de lectura que utilicemos dependerá en gran parte del propósito de nuestra lectura y de las preguntas que queramos contestar con lo que estamos leyendo.
2) La lectura moderada.
3) La lectura de estudio.
La lectura ligera es la más rápida de todas. Es la que podemos usar para leer materiales de esparcimiento o sondear reportes extensos de los cuales estamos interesados en extraer unos cuantos datos. No se trata de lectura que requiera mucha reflexión de parte nuestra interactuando con el material escrito. En ella examinamos superficialmente el material de lectura para contestar una o más de las siguientes preguntas:
1) ¿QUIÉN?
2) ¿QUÉ?
3) ¿CUANDO?
4) ¿EN DONDE?
Todas las respuestas a las preguntas en la lectura ligera son literales y podemos contestarlas con tres o cuatro palabras a lo más.
La lectura moderada es más profunda y más tardada que la lectura ligera. Posiblemente las respuestas que esperamos obtener mediante la lectura moderada no se encuentran en una sola frase, en un solo renglón, o en un párrafo, sino en varios párrafos esparcidos aquí y allá en lo que estamos leyendo. En ella escudriñamos lo que estamos leyendo punto por punto para contestar el siguiente tipo de preguntas:
1) ¿POR QUÉ?
2) ¿COMO?
Por último, la lectura de estudio contesta las siguientes preguntas:
1) ¿POR QUÉ?
2) ¿COMO?
dando además respuesta a las siguientes variantes:
Describa según su punto de vista...
Hasta qué punto...
Analice las razones del por qué...
Según su opinión...
Qué interpretación le dá a...
Cree usted acaso que...
Cómo evalúa usted...
En pocas palabras, en la lectura de estudio tenemos que interactuar de alguna manera con el material que estamos leyendo, mientras que en la lectura ligera únicamente vamos tras unos cuantos datos.
Dos ejemplos de preguntas cuya respuesta podemos encontrar rápidamente mediante la lectura ligera son las siguientes:
1) ¿Cuándo murió Don Agustín de Iturbide?
2) ¿Quién asesinó a Abraham Lincoln?
Las siguientes preguntas requieren de lectura moderada para poder ser contestadas:
1) ¿Cómo se producen los rayos-X?
2) ¿Por qué flota el hielo en el agua líquida?
Por último, las siguientes preguntas son ejemplos de preguntas que requieren de lectura de estudio:
1) A su parecer, ¿cuándo empezó la caída del Imperio Romano?
2) ¿Cree usted que la decisión del gobierno de los E.E.U.U. de reducir los beneficios del Seguro Social fué buena o mala?
Vemos, pues, que el tipo de preguntas que tengamos en mente antes de comenzar una lectura nos indicará la velocidad con la cual debemos llevar a cabo nuestra lectura. Lo importante en todo caso es adaptar nuestra velocidad al material que estamos leyendo y a las preguntas que estamos respondiendo. En algunos casos, podremos obtener la información que buscamos en unos cuantos segundos sin tener que leer material adicional en el cual no estamos interesados. La siguiente gráfica nos ilustra el caso de un lector eficiente que sabe ajustar su velocidad de lectura al nivel de dificultad del material que está leyendo y al tipo de información que está buscando:
Como puede verse, el lector dá inicio a su lectura a una velocidad relativamente alta de 250 palabras por minuto (1). Al haber transcurrido un minuto de tiempo, su velocidad de lectura promedio desciende a unas 140 palabras por minuto (2), seguramente porque encontró algo que requiere de un poco más de atención o porque encontró la respuesta a un objetivo que se había fijado en su lectura. Poco antes de que hayan transcurrido los tres minutos, recupera en buena medida su velocidad de lectura elevada (3) estabilizándose en unas 220 palabras por minuto antes de experimentar un ligero descenso (4) a unas 210 palabras por minuto. Cuando han transcurrido cuatro minutos de tiempo de lectura, el lector se siente lo suficientemente cómodo y con la suficiente confianza para elevar su velocidad de lectura a unas 300 palabras por minuto (5), lo cual mantiene hasta que a los seis minutos de tiempo de lectura su velocidad cae hasta unas 70 palabras por minuto (6) en algún pasaje en donde habrá encontrado algo importante a lo cual le quiere dar algo de reflexión. Finalmente, antes de que se completen los siete minutos de tiempo de lectura, eleva nuevamente su velocidad hasta terminar en algo cercano a las 200 palabras por minuto (7). Podemos suponer que su lectura ha sido una combinación inteligente de los tres tipos de lectura, a saber, ligera, moderada, y de estudio.
Sin lugar a dudas, la lectura ligera es la que requiere un mínimo de esfuerzo de parte nuestra. Una vez que sabemos en qué consiste, podemos ver lo inútil que es leer un libro palabra-por-palabra en su totalidad cuando las preguntas que nos hemos hecho se pueden contestar mediante la lectura ligera, moviendo rápidamente nuestros ojos a través de las columnas del material impreso hasta encontrar la palabra (o palabras) "clave" que responden a nuestras preguntas. Puesto que todas las respuestas son literales, no se requiere de una interpretación de nuestra parte.
Por el contrario, en la lectura moderada tenemos que interpretar el material de lectura buscando las ideas y los datos que nos permitan encontrar una respuesta adecuada a la pregunta que nos hayamos planteado. Aunque la respuesta que estamos buscando no sea literal, nuestra labor no irá más allá de juntar ideas y datos relacionados entre sí, ordenándolos en una secuencia definida.
Por último, en la lectura de estudio entran en juego nuestra facultad de discernimiento y nuestra capacidad para llevar a cabo un análisis crítico. Debemos juzgar el material leído a cada momento, haciendo pausas no para releer sino para meditar sobre lo que hemos leído, tomando decisiones que en muchos casos dependerán de nuestros conocimientos y nuestra experiencia previa.
La lectura ligera (por ejemplo, la literatura de entretenimiento) generalmente hablando puede ser lograda a una velocidad que puede oscilar entre las 400 y las 500 palabras por minuto (o incluso más), mientras que la lectura moderada posiblemente oscilará entre las 150 y las 200 palabras por minuto. Y en lo que a la lectura de estudio concierne, posiblemente en el mejor de los casos no procederá a ritmos de lectura superiores a las 50 palabras por minuto.
En última instancia, lo importante no es usar lectura de estudio para recoger información que podemos obtener con mucha mayor rapidez mediante la lectura ligera. Por otro lado, el usar lectura ligera para interpretar material que requiere lectura de estudio posiblemente nos dejará con la mente en blanco sin que hayamos logrado nuestros objetivos.
Un recurso utilizado cada vez con mayor frecuencia en la actualidad para llamar la atención de los lectores sobre ciertas frases o párrafos (o incluso pasajes) de un libro consiste en resaltar el texto al cual se le quiere dar importancia ya sea con letras itálicas, con letras en tipo negrita, o bien subrayando el texto al cual se quiere dirigir la atención del lector, a lo cual se le puede agregar el realzado del texto en algún color. Muchos maestros y pedagogos están aún en la creencia de que los libros en los cuales los editores han realzado algunas porciones del mismo con algún color logran que los lectores recuerden mejor aquellas partes del texto que han sido realzadas por los editores. Sin embargo, y esto tal vez sorprenda a muchos, el Doctor Wayne A. Hershberger en un trabajo suyo publicado en 1964 bajo el título Self Evaluation, Responding, and Typographic Cueing: Techniques for Programming Self Instructional Reading Materials, encontró que, estadísticamente hablando, no había una diferencia estadísticamente significativa en la capacidad retentiva entre aquellos lectores y estudiantes a los cuales se les habían suministrado materiales de lectura con porciones realzadas de texto sobre un color de fondo y lectores, y lectores y estudiantes a los cuales se les habían suministrado los mismos materiales de lectura pero sin recurrir a ningún realzado de texto. ¿Significa ésto que no se le debe dar importancia alguna a este recurso cuando se está llevando a cabo una lectura de estudio? No necesariamente. En publicaciones posteriores, tanto Sarah Peterson (1992) como Vicki Silvers y David Kreiner (1997) encontraron que el realzado de un texto con algún color distintivo sí podía efectuar una mejoría detectable en la memoria de los estudiantes y lectores en relación al texto así resaltado. Pero, y he aquí lo importante, para que esta mejoría en la capacidad retentiva de la memoria pueda llevarse a cabo, es necesario que el texto resaltado sea resaltado no por quienes publican el libro sino por los mismos lectores que son quienes deben escoger aquello a lo cual le quieren dar mayor importancia:
Los subrayados, las letras en tipo negrita, y el texto en itálicas en realidad son exageraciones deliberadas de énfasis que deben ser tomadas como pistas visuales que apuntan hacia información importante, pero el impacto visual del realzado con un color de fondo logra su mayor efecto cuando es el mismo quien lleva a cabo el realzado, no el que publica el material. Esto significa que, idealmente, para una lectura de estudio, antes de comenzar con la lectura de un libro es conveniente tener a la mano un lápiz o una pluma para ir llevando a cabo los subrayados de lo que se vaya leyendo (para muchos puede resultar más conveniente un lápiz que una pluma puesto que es más fácil borrar el grafito del papel con un borrador que tratar de borrar la tinta que haya penetrado dentro del papel), y contar también con un realzador de texto:
La efectividad del realzado como auto-ayuda educativa didáctica se apoya directamente en lo que hoy se conoce como el efecto de aislamiento, también conocido como efecto von Restorff en honor de la Doctora Hedwig von Restorff, quien llegó a la conclusión de que un elemento que “destaca como un pulgar adolorido” (en psicología ésto es denominado codificación distintiva) tiene más probabilidades de ser recordado que el resto de los elementos. Por ejemplo, si una persona examina una lista de la compra con un artículo subrayado con fluorescente, será más probable que él o ella recuerde el artículo resaltado más que cualquiera de los otros. La peculiaridad puede también venir en la forma de humor, en cuyo caso ocurre el efecto de humor. De la misma manera, ejemplos específicos incluyen el efecto de extrañeza y el efecto de posición seriada. Todo esto es forma parte de lo que más ampliamente se considera dentro de todo aquello que es reconocido como el sesgo de memoria.
Los dos “instrumentos”, la pluma (lápiz) para el subrayado, así como el realzador de color para el realzado, son lo único que requiere el lector o el estudiante para llevar a cabo la lectura dinámica de un libro de texto. Son las dos herramientas que le permiten interactuar al lector con lo que va leyendo haciendo sus propias anotaciones, sus propias observaciones, agregando sus propios comentarios y destacando (o mejor dicho, realzando) aquello que le ha llamado su atención. Es muy fácil distinguir un libro que ni siquiera ha sido abierto por su propietario de un libro cuyo dueño ha estado interactuando con él sacándole el máximo provecho posible:
Independientemente de lo que digan aquellos críticos que suponen que no hay mucho valor en los marcadores de texto para obtener una mejoría en el recuerdo de todo aquello que está siendo realzado, hay una gran ventaja contra la cual ni siquiera estos críticos pueden esgrimir algún argumento aceptable: el realzado de texto le permite al lector poder regresar en una fecha muy posterior al material para poder encontrar rápidamente algo que le había llamado la atención semanas o meses atrás y que sin el realzado tendría que volver a leer nuevamente todo el libro de nuevo sólo para poder tratar de encontrar aquél pasaje de interés que le había llamado su atención. Naturalmente, para que el impacto visual del realzado de texto sea máximo, se debe utilizar esporádicamente sólo en aquellos pasajes o párrafos que realmente contengan algo que consideramos importante, a lo más en un diez o quince por ciento del material, sin incurrir en exageraciones como la siguiente que destruyen por completo el efecto psicológico del realzamiento (o, expresado más académicamente, destruyen la efectividad del efecto von Restorff):
Un propósito en grande de la lectura de estudio es empezar a destacar en el salón de clases sacando altas calificaciones en los exámenes escolares. ¿Pero cómo nos puede ayudar la lectura dinámica en éste propósito global? Sobre esto, hay un “secreto” muy bien guardado y bien conservado por muchos que usualmente obtienen las calificaciones más altas. Este secreto es un hábito inculcado por algunos padres de familia y pasado de generación en generación. El secreto es muy sencillo: consiste en leer por adelantado el material sobre el cual tratará la siguiente sesión escolar. ¿Pero cómo puede ser algo tan sencillo la receta para destacar sobre los demás compañeros de clase despertando admiración y envidias así como facilitando la obtención de becas escolares y premios? La técnica funciona y funciona siempre bien porque al ir el estudiante adelante de sus compañeros de clase él sabe de antemano cuáles son las preguntas que le formulará desde el mesabanco al maestro al siguiente día. Puesto que él ya leyó el material a ser cubierto por el profesor, no batallará en tratar de entenderlo todo el mismo día en que el profesor dará la clase. Él ya sabe perfectamente en dónde están ubicadas sus dudas, y en vez de estar sentado pasivamente en el mesabanco él formulará las preguntas pertinentes al profesor para que le aclare sus dudas. Estos alumnos son por lo general los que le están formulando preguntas al maestro cuando los demás están sentados pasivamente sin que se les ocurra ni siquiera qué preguntar. Y después de terminada la clase, posiblemente le formulará otras preguntas al maestro sobre las que seguramente ninguno de sus compañeros tiene aún respuesta alguna. Tómese por ejemplo el tema de los logaritmos que se estudia en matemáticas en un curso de enseñanza media. Supóngase que, de acuerdo a lo que se ha cubierto en el libro de texto, apenas es martes y se espera que el tema sea cubierto el jueves. Al llegar el jueves, el estudiante que se ha adelantado al tema se habrá formulado en casa, con la ayuda de las seis llaves mágicas, las preguntas adecuadas al tema que será tratado. La primera pregunta será, desde luego, ¿qué es un logaritmo? Y sin esperar a que se lo expliquen en clase, tratará de extraer del libro de texto la definición de lo que es un logarimo. Si el libro de texto es bueno, encontrará la respuesta en el libro escolar sin ayuda de nadie. Y con sólo eso, ya estará adelante de sus compañeros en ese tema. Pero otro objetivo que se puede fijar es: ¿cómo se emplean los logartimos? Y si hay problemas en el libro de texto, se pueden fijar varios objetivos. ¿Cómo se resuelve el primer problema puesto al final del capítulo que trata sobre los logaritmos? ¿Cómo se resuelve el segundo problema puesto al final del capítulo que trata sobre logaritmos? En esto ayuda mucho el que los libros de texto buenos incluyen al final en la parte trasera del libro las respuestas a los ejercicios y problemas matemáticos propuestos al final de cada capítulo del libro. Si la respuesta que obtiene el estudiante por cuenta propia a cierto problema matemático es diferente de la respuesta dada por el autor del libro, entonces ello puede ser debido a una de tres cosas: (1) un error tipográfico del libro o inclusive un error del autor (los autores no son infalibles y a veces se equivocan), (2) una equivocación al momento de resolver el problema posiblemente por una suma o una división hecha incorrectamente (muchas veces el estudiante puede descubrir por cuenta propia la naturaleza de su equivocación repasando sus cálculos), y (3) un error de entendimiento o de juicio (esto último es más serio, porque mientras que una equivocación se puede reflejar en un solo problema o ejercicio, un error de entendimiento o de juicio se puede reflejar en respuestas incorrectas a todos los problemas del capítulo, y es aquí cuando resulta valioso pedir ayuda al maestro). Lo importante es irse fijando objetivos e irlos resolviendo sucesivamente de uno en uno hasta que no haya dudas. Si pone el corazón en ello, posiblemente el estudiante pueda resolver por cuenta propia todos los ejercicios propuestos al final del capítulo que trata sobre los logarimos dos días antes de que el tema sea tratado en el salón de clases. De este modo, cuando el tema empiece a ser tratado en el salón de clases, si el alumno tenía alguna duda (en este caso las dudas serán principalmente del tipo ¿por qué? y ¿cómo?) su atención estará enfocada a la disipación de la duda haciéndole preguntas apropiadas al maestro. Posiblemente al terminar la clase le pedirá ayuda al maestro sobre algún problema o ejercicio al final del capítulo que no haya podido resolver por cuenta propia al obtener una respuesta diferente de la respuesta que viene en el libro. Y si no tiene duda alguna al respecto al haber obtenido previamente y por cuenta propia correctamente las respuestas a sus preguntas dos días atrás, entonces cualquier explicación que dé el profesor le parecerá lúcida y clara porque lo estará entendiendo al cien por ciento, mientras que algunos de sus compañeros posiblemente tengan sus miradas perdidas en el vacío tratando de comprender algo que nunca antes habían visto. Naturalmente, cuando el maestro esté explicando el tema de los logaritmos, el alumno que vá adelante del maestro seguramente ya empezó con lo que será el tema siguiente, posiblemente el tema de las funciones trigonométricas. De este modo, siempre irá adelante del maestro y de sus compañeros de clase. Con esto, lo más probable es que a la hora de ser sometido a exámenes escolares sobre el tema de los logaritmos sacará una calificación alta sobre el tema porque entiende el tema perfectamente, lo único que le puede impedir obtener la calificación más alta no es un error de juicio, un error de entendimiento, sino una equivocación involuntaria. De cualquier modo, estará mil veces mejor yendo adelante que a la par con los demás. Y hay un beneficio adicional. Al empezar a obtener altas calificaciones y el reconocimiento que va con ellas, se siente estimulado a continuar estudiando por cuenta propia yendo adelante de sus maestros en todas las materias dos días, dos semanas o incluso dos meses. Lo cual se traducirá en calificaciones más altas con las cuales a su vez se sentirá motivado y estimulado a continuar adelante leyendo todo aquello de lo cual pueda echar mano. Es lo que llamamos un círculo virtuoso, el opuesto del círculo vicioso al cual se deben muchas deserciones escolares con las cuales han quedado truncadas muchas carreras promisorias. Con la práctica de la lectura dinámica para ayudarse a fijarse objetivos de cualquier material de lectura, y recurriendo al gran secreto de tratar de ir adelante en varios días sobre lo que el maestro explicará en el salón de clases, el alumno estará en vías de situarse en los primeros lugares en los que se encuentran los alumnos más aplicados. ¿A quién le desagrada ser reconocido y ser felicitado por sus esfuerzos, sobre todo si los reconocimientos y felicitaciones los encuentra en casa propia con sus progenitores que seguramente se sentirán orgullosos de que su hijo esté destacando en la escuela?
EJERCICIOS
1.- En cada una de las siguientes preguntas, dígase cuál es el elemento básico de la pregunta (quién, qué, cuándo, en dónde, por qué, cómo) y qué tipo de lectura se requiere para contestarla (ligera, moderada, de estudio):
¿En dónde se tramita una solicitud de exención de impuestos?
¿Qué puesto ocupa el Licenciado Arizmendi?
¿Cuál es la ciudad más grande del mundo?
¿Quién inventó la máquina de vapor?
¿De cuántas maneras se puede llevar a cabo la venta?
¿Por qué llegaste tarde a la cita?
¿Cómo se llama el Primer Ministro de Canadá?
¿En dónde se celebró la competencia de piano?
¿Por qué se autorizó la compra del helicóptero?
¿Cómo logró Samuel completar la construcción de su casa?
¿Por qué se les negó el permiso de entrada?
¿Por qué sería conveniente automatizar las fábricas de zapatos?
¿Cómo se efectúa una operación de cirugía de corazón abierto?
¿Por qué se requiere de conocimientos de taquigrafía para ocupar el puesto?
¿Le conviene a México ingresar al G.A.T.T.?
¿Cómo mejoró Japón su red de telecomunicaciones?
Según usted, ¿cuál ritmo es el más difícil de bailar, el Fox-Trot o la Samba?
¿Cómo trabaja un radio de transistores?
¿Qué diferencias hay entre la Guayana Francesa y la Guayana Británica?
¿Es factible mejorar el proceso actual usado en la elaboración de la cerveza?
¿Qué diferencia hay entre la práctica del Yoga y la práctica del Zen?
2.- En el siguiente ejercicio, lea para encontrar la respuesta a la pregunta dada, ajustando la velocidad de su lectura según la pregunta formulada y según el tipo de lectura que se requiera para contestar a dicha pregunta.
Leyendo con la mayor rapidez posible, respóndase: ¿cuál fue la frase del Presidente Reagan con la que se creó una nueva diplomacia para México?
Con apego a la síntesis, y aún a riesgo de que estas palabras sean insuficientes, cabe afirmar: en la historia de la diplomacia mexicana, en el capítulo de las entrevistas de los mandatarios norteamericano y mexicano, se había sentido un clima cordial y amistoso; más allá del protocolo ritual, de las frases de comedimiento, reservadas, examinadas previamente con cautela, los discursos de ambos presidentes fueron ejemplo de una oratoria internacional, que bien podríamos calificar, como oratoria en mangas de camisa.
La verdad es que el Presidente Reagan dio el tono y su brindis vibró con una emoción de vieja amistad; y al referirse, como punto de apoyo y de elocuencia humana, a la experiencia del viejo mexicano que perdió su casa, azotada por la furia de la naturaleza, al usar esta figura, crea una nueva diplomacia sintetizada en un abrazo de verbos generosos: mi casa es su casa.
Ello dió pábulo para que el licenciado López Portillo, abierto el corazón y la mano tendida, comentara con su erudición de jurista y de sociólogo pero sobre todo, de hombre.
Ofrecer la casa de uno es señal de que se ofrece la intimidad.
Cierto, la casa es el altar inviolable en donde el individuo, a la sombra del hogar, se despoja de los arreos de la lucha cotidiana y desnudo de prevenciones, tal como es, respira a sus anchas y comparte con su familia la integridad de su ser; no sólo de su existir, sino de su ser substancial e infinito.
Para bien de México, los mexicanos hemos de sentir júbilo porque se ha roto, en principio, la tendencia predominante a lo largo de la historia nacional.
(Tomado de la revista Impacto publicada el 24 de junio de 1981)
3.- En el siguiente ejercicio, lea para encontrar la respuesta a la pregunta dada, ajustando la velocidad de su lectura según la pregunta formulada y según el tipo de lectura que se requiera para contestar a dicha pregunta.
Leyendo con la mayor rapidez que le sea posible, responda: ¿a cuánto ascendió la deuda contraída por PEMEX en junio de 1981 (se ha puesto como encabezado la reproducción fotográfica miniaturizada del editorial original para que el lector se dé una idea de la forma en que el trabajo era presentado a los subscriptores del periódico; aunque de cualquier modo debajo de la reproducción fotográfica se transcribe el texto del artículo para que el lector no batalle ni force su vista)?
Otra Deuda de PEMEX
Petróleos Mexicanos, con todo y ser la principal riqueza de nuestro país, es la empresa que mayores incógnitas presenta para los mexicanos, ya que por un lado, efectivamente, pasará mucho tiempo para que el "oro negro" sea totalmente sustituído como energético; y por otro, su precio ha perdido estabilidad, y un factor más, que PEMEX tiene una crecida deuda exterior.
Hoy en San Francisco, California, PEMEX recibía el crédito más extraordinario de toda su vida: 82 bancos de 11 países le otorgarán un crédito de cuatro mil millones de dólares, el que se aplicará lo mismo para sus gastos normales, en espera de que se le paguen las exportaciones de crudo que ha hecho, que para adquirir nuevo equipo para exploraciones y así ampliar sus reservas probadas de petróleo.
Dentro de ese clima de inquietud que provoca el endeudamiento hay un factor alentador, que México está en posibilidad de elevar en dos dólares el precio del barril tanto del crudo llamado Maya, como el Istmo, a partir de mañana, de acuerdo con datos recibidos ayer en la ciudad de Nueva York, cumpliéndose así con lo ofrecido recientemente por el nuevo director de PEMEX, licenciado Julio Rodolfo Moctezuma Cid.
Y es más. también existe la probabilidad de que todos los miembros de la OPEP reduzcan su producción, por lo menos en dos millones de barriles diarios con lo que disminuirá la oferta y así pueda existir la posibilidad de que los precios se eleven en un futuro no muy lejano, aún en el caso de que los grandes consumidores de petróleo traten de sustituír a este por otro tipo de energético.
Pero para los mexicanos salta una duda respecto a la solidez de la economía de PEMEX, cuando aunando a las deudas sabemos, según nos lo dice un técnico, el ingeniero Jacinto Viqueira Landa, el fuego consume diariamente tan sólo en los pozos petroleros submarinos de la zona de Campeche, 612 millones de pesos, por la insuficiencia en la capacidad de procesamiento o porque no ha existido la capacidad necesaria de transporte en los ductos nacionales que van a los centros de consumo.
Los técnicos y los economistas, en un estudio profundo sobre la realidad de PEMEX, serán los que nos digan qué representa concretamente esta empresa para México.
(Tomado del periódico El Sol de México del martes 30 de junio de 1981)
4.- Diga cómo se midió por vez primera la velocidad de la luz, según el siguiente extracto:
El primero que descubrió un método adecuado para medir la velocidad de la luz fue el astrónomo danés Olaf Roemer, en el año de 1675 (figura número 183):
Roemer observó el movimiento de uno de los satélites de Júpiter. Se dió cuenta que este satélite se eclipsa en cada vuelta que da alrededor del planeta. Midió el tiempo que transcurría entre un eclipse y otro. Estas observaciones las hizo cuando la Tierra se encontraba más cerca de Júpiter (T1) y cuando se encontraba más lejos (T2). Pudo notar que cuando la Tierra se encontraba más lejos de Júpiter (T2) el eclipse del satélite se observaba 22 minutos después que cuando se encontraba más próxima al planeta. ¿Por qué esta diferencia en el tiempo?
Roemer comprendió que para que la luz del satélite llegue a la Tierra, cuando ésta se encuentra en su posición más lejana, necesita atravesar la órbita terrestre; a esto se debe el retraso en la observación de los eclipses. Por esta observación Roemer llegó a la conclusión que la luz recorría el diámetro de la órbita terrestre en 22 minutos, y con estos datos pudo calcular la velocidad de la luz.
En la actualidad se conocen con mayor exactitud el retraso en la observación de los eclipses del satélite de Júpiter (980 seg) y el diámetro de la órbita terrestre (294,000,000 km) y con estos datos, este método astronómico, permite obtener el siguiente resultado:
Velocidad de la luz = 294,000,000 km/980 seg = 300,000 km/seg
(Tomado del libro Introducción al Mundo de la Física de José T. Duran y José E. Martínez, Editorial Herrero, 1972)
¿Qué tipo de lectura utilizó en este ejercicio?
5.- El siguiente extracto está tomado del Código Civil del estado de Chihuahua. Basándose en el contenido de los artículos que se reproducen del Código, ¿cree usted que la insolvencia económica del cónyuge encargado del sostenimiento económico del hogar pueda ser motivo para plantear una demanda de divorcio en el estado de Chihuahua? Manténgase enfocado en el objetivo para poder encontrar la respuesta legal adecuada.
CAPITULO IX
DEL DIVORCIO
254.- El divorcio es la disolución legal del contrato de matrimonio y deja a los cónyuges en aptitud de contraer nuevas nupcias.255.- El divorcio puede ser por mutuo consentimiento o contencioso. El primero procede a solicitud de ambos cónyuges y el segundo a solicitud de uno de ellos.256.- Son causas de divorcio contencioso:I.- El adulterio de uno de los cónyuges;II.- La bigamia, sin perjuicio de la acción de nulidad que pueda ejercitarse.III.- La perversión física o moral de cualquiera de los cónyuges o su conducta deshonrosa.IV.- El hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio, un hijo concebido antes de la celebración de aquel acto y engendrado por persona distinta del marido;V.- La propuesta del marido para prostituir a su mujer o el recibir dinero o cualquiera otra remuneración por consentir que otra persona tenga relaciones carnales con la misma;VI.- La violencia física o moral hecha por un cónyuge al otro para que cometa alguna infracción antisocial o participe en ella.VII.- Los actos de los cónyuges ejecutados con el fin de corromper a sus hijos así como la tolerancia de dicha corrupción;VIII.- La sevicia, las amenazas, las injurias graves, o los malos tratamientos de un cónyuge para con el otro;IX.- Cometer, uno de los esposos, contra la persona o los bienes del otro, un acto que sería punible si se tratara de persona extraña, siempre que tal acto tenga señalada en la ley una medida de defensa social mayor de un año;X.- La acusación calumniosa hecha por un cónyuge en contra del otro, por una infracción antisocial que merezca la sanción a que se refiere la fracción anterior;XI.- Haber cometido uno de los cónyuges una infracción social infamante por la cual tenga que sufrir una medida de defensa social mayor de dos años, siempre que el otro no hubiere tenido participación en su comisión;XII.- La impotencia o la esterilidad incurables.XIII.- La enajenación mental;XIV.- Padecer uno de los cónyuges cualquier enfermedad crónica o incurable si es además contagiosa o hereditaria;XV.- El vicio del juego o de la embriaguez o el uso continuo de drogas enervantes.XVI.- El abandono del domicilio o de las obligaciones conyugales por más de tres meses sin causa justificada;XVII.- La separación del hogar conyugal por uno de los cónyuges por más de un año sin que el otro haya entablado demanda de divorcio;XVIII.- La negativa de uno de los cónyuges a ministrar al otro los alimentos que le corresponden conforme a la ley; yXIX.- La incompatibilidad de caracteres.
¿Qué tipo de lectura utilizó en este ejercicio?