En este ejercicio, vamos utilizar alguno de los varios recursos computacionales disponibles en Internet para poder llevar a cabo la práctica de la lectura veloz. Uno de tales recursos es Spreeder, sobre el cual estarán basadas las instrucciones que se darán a continuación, aunque el lector está en plena libertad de tomar cualquier otro recurso computacional con el que se sienta cómodo (Spreeder tiene la ventaja de que está disponible gratuitamente a cualquier hora del día, y con Spreeder se puede llevar a cabo de inmediato una operación de copiado y empastado de texto sobre un documento que sea algo extenso, digamos un documento de texto que contenga unas 15 mil palabras, y una vez que el texto del documento se ha copiado hacia la ventana de Spreeder, podemos proceder a la lectura palabra-por palabra a paso veloz).
Spreeder se encuentra disponible en el siguiente enlace:
Al entrar en la página en la que se encuentra Spreeder, se nos muestra una ventana como la siguiente que tiene en su interior una ventana blanca en la cual aparece un texto con fondo de sombra:
Oprimiendo en el teclado la tecla de borrar, se borra el texto que está con fondo de sombra, quedando a disposición de que se empaste el texto de otro documento. El texto que tomaremos empastado será precisamente el de la narración extensa que vimos en la práctica anterior, el capítulo “El talismán” de la novela La piel de Zapa de Honorato de Balzac, cuyo enlace de acceso es:
Mediante copiado de texto, tómese todo el texto completo de “El talismán” sin copiar la imagen fotográfica de la leyenda impresa en la piel de Zapa (lo cual requerirá, por lo tanto, dos operaciones de copiado y empastado de texto), y póngase todo el texto de la narración dentro de la ventana blanca de Spreeder. No se tenga temor alguno del hecho de que el texto contenga texto en letras itálicas o texto en letras negritas, ya que Spreeder puede reproducir el texto tal cual con la misma tipografía de texto resaltado. Una vez que se lleve a cabo el empastado, el lector verá el texto que corresponde al final de la narración de la novela. Podemos regresar al principio del texto de la narración recurriendo a la barra de deslizamiento puesta a la derecha de la ventana blanca, y una vez hecho esto deberemos de tener algo como lo siguiente:
La verdadera acción dá inicio con el botón que dice spreed! Al oprimirlo, la ventana de entrada desaparecerá, y se obtendrá en el centro de la pantalla algo como lo siguiente:
Obsérvese que aparece en grandes letras una palabra, la palabra “Hacia”, precisamente la primera palabra con la cual empieza el texto de la narración. Aparece también una leyenda que dice “Speed reading 15830 words at 300 wpm”, lo cual se traduce como “Lectura veloz de 15830 palabras a 300 palabras por minuto”. Esto significa que, a esta velocidad, estaríamos leyendo la narración palabra-por-palabra tomándonos un tiempo ligeramente inferior a una hora (para mayor exactitud, 53 minutos). Pero en esta práctica vamos a presionarnos para acostumbrar a nuestra mente a ritmos mayores de velocidad en nuestra lectura (esto es algo así como lo que hacen los entrenadores con sus atletas, presionarlos al máximo, hasta el límite de sus capacidades, para que puedan dar lo mejor de sí). Cambiaremos la velocidad de lectura de 300 palabras por minuto a 450 palabras por minuto. A esta velocidad, si podemos sostenerla, podemos leer la narración en 34 minutos Pero no se asuste. Usted no estará moviendo las páginas de ningún libro, ni estará moviendo su dedo a lo largo de renglones de texto haciendo que su vista siga rápidamente el movimiento del dedo. De hecho, su vista estará enfocada todo el tiempo en el mismo punto, de modo tal que sus ojos no se estarán forzando en desplazarse de un lado a otro. Simplemente, límitese a ver. Y a comprender. Para cambiar la velocidad del “rapidómetro”, nos vamos a la barra de la cinta en donde dice “settings”, y abrimos las opciones:
En el recuadro que dice “words per minute” (palabras por minuto), cámbiese el número de 300 a 450. Hecho esto, váyase a la parte inferior de la ventana de opciones para oprimir “save” (guardar), tras lo cual se cierra automáticamente la ventana de opciones. Veremos que aparece una nueva leyenda en la barra de la cinta:
La leyenda dice: “Speed reading 15830 words at 450 wpm”, lo cual se traduce como “Lectura veloz de 15830 palabras a 450 palabras por minuto”.
Estamos listos para llevar a cabo la práctica. Sólo tiene que oprimir la flecha de avance (play) de la cinta y empezar a leer cada palabra que le irá siendo mostrada rápidamente en la pantalla. A una velocidad de 450 palabras por minuto, le será algo difícil el tratar de pronunciar con sus labios cada palabra que vaya apareciendo. Pero la mente de cualquier modo lo podrá tomar. Ahora puede ver cuál es el propósito detrás de la selección de esta velocidad de lectura: ayudarlo a sobreponerse al hábito de la subvocalización. Y de paso, trataremos de sobreponernos al hábito de “volver hacia atrás” en la lectura.
En cuanto haya terminado la práctica, la volverá a repetir nuevamente, pero esta vez cambiará la velocidad a 600 palabras por minuto. Debe poder tener tiempo para someterse a esta prueba rigurosa, puesto que a esta velocidad de lectura las 15830 palabras se pueden leer en 26 minutos. ¿Cree estar preparado para tomar este reto? ¡Póngase a prueba! De cualquier modo, si quiere bajar un poco su velocidad para poder descubrir su límite actual (un límite que se puede ir mejorando con el paso del tiempo), recuerde que con una herramienta como Spreeder puede bajar la velocidad de lectura sin problema alguno. Usted será su propio juez.
La velocidad de 600 palabras por minuto leyendo una palabra completa a la vez en realidad es algo elevada, y está justo en un límite más allá del cual no es posible aumentarla apreciablemente a un valor tal como de unas 800 palabras por minuto, porque a tal velocidad las palabras empiezan a empalmarse rápidamente las unas sobre las otras, al entrar en acción el mismo efecto cinemático gracias al cual podemos ver películas y videos formados con cuadros sucesivos de imágenes mostrados con tal rapidez que se obtiene una sensación de continuidad sin poderse distinguir el salto de una imagen a la otra. El ojo humano y su interfase el cerebro, o sea el sistema visual humano, son capaces de procesar de 10 a 12 imágenes por segundo distinguiendo individualmente cada imagen. La corteza visual retiene cada imagen aproximadamente un quinceavo (1/15) de segundo, de modo tal que si se añade otra imagen dentro del mismo período de tiempo se crea una ilusión de continuidad permitiendo que una secuencia de imágenes fijas se empiece a manifestar como la sensación de un movimiento continuo (las películas antiguas tenían una secuencia de marcos de imagen de 14 marcos por segundo, aunque eventualmente se llegó a la conclusión de que el mínimo aceptable era de 24 marcos de imagen por segundo, que es lo que se utiliza en la actualidad). La capacidad para poder diferenciar de una imagen sucesiva a otra es un límite natural que está construído dentro de nuestra fisiología, y se trata de una barrera que no podemos superar.
Pero si no podemos leer razonablemente bien más allá de unas 400 ó 450 palabras por minuto tomando cada palabra individualmente, ¿cómo entonces podríamos aspirar a poder vencer esa impenetrable barrera natural por muchas prácticas de lectura y ejercicios oculares a los cuales estuviéramos dispuestos a sujetarnos? Bueno, el límite es infranqueable cuando se trata de una la lectura palabra-por-palabra. Sin embargo, si estamos dispuestos a llevar a cabo nuestra lectura tomando dos palabras a la vez en lugar de una sola, o sea formando grupos de palabras, tenemos aquí la receta casi mágica que necesitamos para tratar de superar esta barrera natural. Y resulta que programas como Spreeder así como tienen la capacidad de irnos mostrando rápidamente cada palabra de un texto, también tienen la capacidad de ir mostrando dos palabras a la vez en lugar de una sola. Para usar esta enorme ventaja de Spreeder, todo lo que tenemos que hacer es cambiar los ajustes, yéndonos a "settings" igual que como lo hicimos arriba, y debajo de la línea “words per minute”, en la línea que corresponde a “chunk size (words)” cambiar el número 1 al número 2, tras lo cual guardamos el nuevo ajuste con “save”. Sin embargo, obsérvese que antes de guardar se hizo otro ajuste, al tamaño tipográfico de la letra, cambiándolo en la línea “font size” a 50 (podemos reducir aún más el tamaño del tipo de letra, pero dependerá ya de cada lector encontrar el tamaño con el cual se sienta cómodo para leer dos palabras a la vez):
Obsérvese que en el ejemplo mostrado se ha bajado la velocidad de lectura a 300 palabras por minuto. ¿Es esto un retroceso? No, porque recuérdese que estaremos leyendo grupos de palabras de dos en dos en vez de leer palabras individuales. No faltarán aquellos que pronto descubrirán y sentirán que su lectura parecer ser algo “lenta” a esta velocidad tomando dos palabras a la vez. Pero esto es natural, porque en cierto modo el “alambrado” del cerebro está siendo reprogramado.
Ahora proceda el lector a leer nuevamente “El talismán” de la novela La piel de Zapa , pero tomando dos palabras a la vez en vez de una sola tras hacer los ajustes en Spreeder que se han detallado arriba, empezando con una velocidad de 300 palabras por minuto. ¿Siente el lector que este ritmo se le hace lento? Pues suba la velocidad a un nuevo nivel que encuentre cómodo. La ventaja aquí es que el lector puede efectuar todo tipo de experimentos, y conforme se vaya convirtiendo en un lector cada vez más eficiente, encontrará que puede ir leyendo más en menos tiempo, y si tiene objetivos bien fijados para su lectura usando las seis llaves mágicas, así como las técnicas para el mejoramiento de la memoria asentadas en esta obra, encontrará que puede aprender más en menos tiempo. Se estará convirtiendo, en efecto, en el nuevo estudiante del tercer milenio cuyas capacidades ciertamente dejarían con la boca abierta a los estudiantes del milenio anterior.
Tome en cuenta el lector que, si su mente puede leer unas 300 palabras por minuto tomando una palabra a la vez, entonces si puede tomar dos palabras a la vez manteniendo la misma velocidad podría leer al doble de tal velocidad, o sea unas 600 palabras por minuto. Y si se puede acostumbrar mentalmente a tomar tres palabras a la vez, entonces podría leer al triple de tal velocidad. Estamos hablando ya de una velocidad de poco menos de mil palabras por minuto. Esto en realidad es de lo que hablaban aquellos cursos de lectura veloz sobre la capacidad para poder duplicar o triplicar nuestra velocidad de lectura normal, excepto que los participantes de aquellos cursos sólo podían imaginarlo sin poder comprobarlo jamás porque no contaban con las herramientas con las cuales contamos hoy en la actualidad, como Spreeder. Piénselo bien el lector: ¿le parece que una velocidad de lectura de mil palabras por minuto es el tope de su capacidad natural? ¿Será posible que una mente bien entrenada y educada ya no dé para más? ¿O apenas estamos empezando a descubrir el verdadero potencial que nos ha dado la Naturaleza? ¿Que cree el lector respecto a esto? Cada lector, individualmente, tendrá que ir encontrando las respuestas a estas interrogantes para su propio caso en particular. Posiblemente el lector termine asombrándose a sí mismo.